Comencé a tatuar en 1993 y a involucrarme en el funcionamiento de las máquinas de tatuar alrededor de 2002.
Todo surge de manera paulatina, aprendiendo a calibrar y ajustar mi material primero, luego con el material de mis compañeros de estudio y amigos, para finalmente ser el que le calibraba las máquinas a todo aquel que lo necesitaba.
Esto me llevó a comprar algunas herramientas y poder hacer modificaciones en los chasis y fabricar algunas piezas de hardware.
Todo esto se sucedió durante años de manera gradual, mientras tatuaba a tiempo completo.
Llega en 2005 el momento en que empiezo a fabricar mis propios chasis y hardware, todo de manera totalmente artesanal y de una en una.
Descubro un mundo de coleccionismo y afición a las maquinas de tatuar que me atrapó de inmediato.
Colaboraciones con otros constructores, intercambios de máquinas y piezas, foros de discusión, apariciones en diversos medios, todo eso ocupó mi atención mientras seguía tatuando a tiempo completo.
Comienzo a recorrer el circuito de convenciones europeo y Americano, donde tengo oportunidad de llegar directamente a los tatuadores de distintos países, intercambiar experiencias con otros constructores y comenzar a trabajar con distribuidores de todo el mundo.
En 2009 hubo un punto de inflexión, ya no podía seguir trabajando en un espacio reducido y decido montar un taller dedicado a la construcción.
Descubro el mundo del CNC y la mecanización, y sin dejar de lado la fabricación artesanal comienzo a desarrollar proyectos mucho mas complejos.
Prácticamente todos los procesos de fabricación son desarrollados en mi taller, cuento con centros de CNC, tornos, distintos tipos de soldadura y tratamientos de superficie.
Elaboro proyectos propios, como para otros constructores de renombre de todas partes del mundo.
La intención es siempre la misma, construir máquinas bonitas pero antes que nada, funcionales, que sirvan a los verdaderos tatuadores a llevar adelante su trabajo de manera cómoda y profesional.
Alex Rodríguez.-